De seguro muchos capitalinos ya nos habíamos acostumbrado ha aguantar la respiración mientras cruzábamos por la Avenida Balboa y áreas aledañas. El fétido olor que provenía de la bahía era tan desagradable que muchos citadinos, y también turistas, se negaban a quedarse por mucho tiempo en este lugar, perdiéndose de alguna manera la oportunidad de admirar el bello paisaje que nos ofrece el oceáno Pacífico. Nadie se escapaba de aquel mal olor.

Por varias décadas, la bahía de Panamá, fue víctima de una mala práctica que cambiaría por completo la forma de cómo era vista por quienes pasaban por ella: un enorme tanque séptico. La decisión de arrojar las aguas servidas directamente a los ríos y quebradas de la capital y, en consecuencia, en el mar, se convirtió en el principal problema de salud ambiental en la Ciudad de Panamá. Se calcula que diariamente se vertían 280 mil litros de aguas residuales sin tratar sobre la bahía de Panamá.

Sin embargo, hoy el panorama es distinto gracias al Programa Saneamiento de Panamá, cuyo propósito es sanear las aguas residuales de los distritos de Panamá y San Miguelito, así como de la provincia de Panamá Oeste, el cual cuenta con un valor de $2 mil millones. La meta es limpiar los 17 ríos más importante de la ciudad capital, que están contaminados.

Explica Tatiana De Janon, coordinadora general del Programa Saneamiento de Panamá, departamento que está adscrito al Ministerio de Salud (Minsa), añadiendo que: Aunque las condiciones de agua de la bahía han mejorado notablemente, todavía hay mucho trabajo por hacer, pero es evidente que los malos olores que emanaban de la bahía han disminuido

Para De Janon, la conciencia ciudadana también es fundamental. La ingeniera dió a conocer a Reciclar Paga que mientras no se cuente con el apoyo y responsabilidad de la ciudadanía, y mientras se sigan arrojando desechos a los cuerpos de agua - pues éstos causan contaminación y afectan el trabajo que se está haciendo - la recuperación de la calidad de agua de los ríos, quebradas y de la bahía de Panamá, se torna más complicada.

En relación a lo anterior, agregó que otro tema importante con el que la ciudadanía podría cooperar, es cuidando el sistema de alcantarillado sanitario.Hay muchas sustancias tales como el aceite, restos de comida, pañales, pañitos húmedos, grasas y demás que causan obstrucción en el sistema de alcantarillado lo que tiene como consecuencia desbordes de aguas residuales. Es por esto que le pedimos a la ciudadanía que sea responsable con lo que arroja por el sistema de alcantarillado.

Créalo o no, con este proyecto se busca recuperar la pureza de la bahía para que los panameños y extranjeros puedan disfrutar del mar y el sol como sucede en Brasil y Miami. Estamos trabajando en el tratamiento de las aguas residuales pero para que bañarnos en la bahía sea una realidad es importante que los ríos y la bahía estén libres de basura también, explica.

Por otro lado, la ingeniera informó que se trabaja en un programa de educación ambiental en las escuelas. Estamos inculcando en las escuelas para ir educando a los niños desde pequeños en la importancia de cuidar su medio ambiente, además este tipo de programas como Reciclar Paga también ayudan a crear consciencia y difundir el mensaje, destaca.

Este megaproyecto inició obras en el año 2006. La primera etapa lleva 95% de avance, esta etapa consiste en la construcción de las principales colectoras en la ciudad de Panamá (tubería de amplio diámetro que conecta diversos ramales de redes de alcantarillado sanitario) y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. Según De Janon, la primera etapa debe culminar este año con la finalización de las obras de la colectora Juan Díaz.

Actualmente, señaló De Janon, que la segunda etapa ya en ejecución, comprende tres proyectos de construcción de redes de alcantarillados sanitarios en San Miguelito, el segundo módulo de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, el cual duplicará su capacidad de tratamiento y mejoras a la red de alcantarillado sanitario existente en diversas áreas de la ciudad.

Además, de las obras que ya se están ejecutando en la ciudad de Panamá, en Arraiján y La Chorrera se trabaja en dos grandes proyectos.

En Arraiján Este, por ejemplo, se construirá una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en Nuevo Chorrillo, adicional a un sistema de alcantarillado compuesto por redes de alcantarillado y colectoras. En cuanto a Arraiján Oeste y La Chorrera, el Programa de Saneamiento de Panamá, construirá una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en la desembocadura del río Caimito, adicional a un sistema de alcantarillado y recolectoras. Este proyecto tendrá un impacto en más de 315,000 personas.